IBM es desde hace años uno de las compañías de referencia en el mundo cloud. Y con la adquisición de Red Hat, este papel se ha visto reforzado. La unión de ambas compañías ha facilitado la creación de un portfolio más amplio y avanzado de tecnologías para cloud público, privado, e híbrido y una mayor experiencia de implantación y gestión de tecnologías basadas en estándares de código libre.
En este sentido, podríamos resumir las principales claves de su estrategia en los siguientes puntos:
- Una nube híbrida que permite desplegar cada carga en el entorno que mejor se adapte según las características de cada aplicación.
- Una nube multicloud: con Openshift como framework que permita el desarrollar, desplegar y operar los servicios y aplicaciones de manera homogénea en cualquier entorno cloud.
- Una nube basada en estándares de código abierto, que eviten el vendor lock-in y permitan flexibilidad para mover cargas entre diferentes entornos y nubes.
- La seguridad como principio core a nivel de encriptación y acceso los datos. IBM no comercializa con los datos de los clientes y su nube cumple con las más importantes certificaciones de seguridad como GDPR, PCI, SOC1, SOC2 o la normativa local española de ENS.
- Operación y gestión end to end desde el aprovisionamiento hasta la gestión, actualización y la operación de los servicios.